jueves, 21 de mayo de 2015

Modelo Pedagógico de aprendizaje basado en proyectos


El Aprendizaje Basado en Proyectos es un método docente basado en el estudiante como protagonista de su propio aprendizaje.
En este método, el aprendizaje de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes.
El método consiste en la realización de un proyecto, normalmente de cierta envergadura y en grupo. Ese proyecto ha sido analizado previamente por el profesor para asegurarse de que el alumno tiene todo lo necesario para resolverlo y que en su resolución desarrollará todas las destrezas que se desea.
El desarrollo del proyecto empieza con una pregunta generadora. Esta no debe tener una respuesta simple basada en información, sino requerir del ejercicio del pensamiento crítico para su resolución. El proyecto ayuda a modelar el pensamiento crítico y ofrece andamiaje para que el estudiante aprenda a realizar las tareas cognitivas que caracterizan el pensamiento crítico: juzgar entre alternativas, buscar el camino más eficiente para realizar una tarea, sopesar la evidencia, revisar las ideas originales, elaborar un plan o resumir los puntos más importantes de un argumento.

Se considera que surgió en Estados Unidos a finales del siglo XIX, comúnmente es conocido como la enseñanza que se basa en el hacer. El educador William H. Kilpatrick fue quien elaboró el concepto y lo hizo famoso. El alumno se involucra en un problema real y que involucra distintas áreas.

Consta de diferentes fases: Planeación, establecimiento de metas y objetivos a alcanzar, orientación, recolección de datos, análisis de datos, reporte de proyecto y evaluación.
En cuanto al papel del docente este se basa en ayudar a los niños y niñas a ampliar su campo de intereses, proponiéndoles nuevas vivencias y alentándolos en el uso de nuevos recursos. Es importante también que oriente a los estudiantes hacia una mayor profundización de sus inquietudes. Adicionalmente debe ayudar a perfilar los temas de investigación entre los muchos asuntos que los estudiantes pueden plantear.
El horario tradicional de clase, con sus cortos lapsos fragmentados para asignaturas diversas, no favorece el trabajo por proyectos. Ello supone un trabajo por ámbitos donde se agrupen materias y asignaturas lo cual implica también un cambio en la organización horaria del centro.
Conviene dedicarle espacios más grandes de tiempo: una mañana o una tarde completas una o dos veces por semana. De esta manera, los niños pueden trabajar con tranquilidad en tareas que exigen concentración y dedicación, que no son posibles de resolver en cuarenta y cinco minutos. Para los proyectos más complejos puede ser provechoso dedicar adicionalmente lapsos intensivos de labor de dos o tres días seguidos. Recordemos que este tiempo no se «pierde», puesto que gracias a él pueden lograrse aprendizajes de calidad en diversas áreas
Las características generales de los proyectos es que deben ser problemas reales, se analizan análisis individualmente y en grupos y  que no tengan una única solución correcta.
El papel del profesor es  supervisar y revisar el plan de trabajo de cada equipo, reunirse con los equipos en el espacio de tutoría, utilizar clases para satisfacer necesidades de los grupos. La interacción con el alumno: en las sesiones presenciales se limitará a la  orientación y las dudas del estudio. También realizara un seguimiento del grupo en las tutorías.
La mayor parte del trabajo se realiza fuera del aula, el producto consistirá en el  Proyecto con todas sus fases, expuesto ante la clase.
El tiempo generalmente es de meses y en la evaluación se evalúa tanto el proceso y como producto.

Las aulas probablemente no sean necesarias sino espacios de trabajo en grupo.

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